Consiste en su extirpación intentado dejar la córnea lo más transparente y regular posible. Se realiza con anestesia local mediante una inyección con aguja muy fina que infiltra los tejidos. Una pequeña porción de la conjuntiva, membrana más superficial que tapiza la parte interna del párpado y externa del ojo, será colocada en el sitio en donde se realiza la extirpación del pterigion en caso de que sea necesario.

Se colocarán suturas absorbibles o se retirarán las mismas al cabo de dos semanas. Después de la cirugía se colocará un parche, que a los pocos días se quitará. A veces también se utilizan drogas de tipo neoplásicas para evitar la recidiva del pterigion.