Los oftalmólogos son profesionales claves para la salud ocular de las personas, ya que están preparados para diagnosticar, tratar y prevenir enfermedades y trastornos que afecten a los ojos. Hoy existe una alta demanda de servicios médicos oftalmológicos, debido a diversos factores, como el envejecimiento de la población, temas medioambientales y el avance de enfermedades crónicas. Sin embargo, existe un insuficiente número de oftalmólogos para hacer frente de manera adecuada a esta demanda creciente.
Esto se traduce en largas listas de espera para acceder a una consulta oftalmológica, lo que retrasa el diagnóstico y tratamiento de enfermedades, pudiendo generar consecuencias graves e irreversibles en algunos pacientes.
En este contexto, es necesario aumentar el número de oftalmólogos, lo cual no solo pasa por fomentar y promover el interés en el área entre los estudiantes de medicina, sino que también en incrementar las becas de especialización y las oportunidades concretas de rendir las pruebas para lograr especializarse.
Hoy, al haber pocos oftalmólogos opera la dinámica de la oferta y la demanda, lo que se traduce en que las personas con mayores recursos tienen más oportunidades para acceder a una atención oportuna en instituciones privadas, en tanto que quienes se atienden en el sector público integran listas de espera, mientras el tiempo pasa, poniendo en riesgo su salud ocular.
Los Para Panamericanos Santiago 2023 fueron más que una exhibición atlética; constituyeron una poderosa declaración de inclusividad que resonó en la cobertura mediática. Los medios desempeñaron un papel crucial al destacar historias de superación, creando un espacio donde la discapacidad se percibía no como una barrera, sino como un trampolín hacia la grandeza.
La transmisión de los juegos se convirtió en un escaparate de diversidad y talento, desafiando percepciones obsoletas sobre la discapacidad. La narrativa mediática se centró en las habilidades y logros, resaltando que el espíritu competitivo y la búsqueda de la excelencia no conocen límites. Esta cobertura, además de ser deportiva, actuó como catalizador para el cambio social al normalizar la presencia de atletas con discapacidad. La participación activa de colegios en los recintos deportivos tuvo un impacto conmovedor, sirviendo como lecciones vivas de inclusividad.
Este evento enseñó a los jóvenes espectadores que las capacidades de una persona van más allá de la apariencia física, destacando la aceptación natural de la diversidad funcional desde temprana edad. No solo quedó un legado deportivo, sino también social y cultural. Los medios, al enfocarse en narrativas inclusivas, empoderaron a las personas con discapacidad.
Estos juegos fueron una celebración colectiva de la diversidad humana, recordándonos que el triunfo real radica en la capacidad de superar obstáculos y construir un mundo donde cada victoria es compartida por todos. Raúl Peña Silva.
