Su presencia indica una buena hidratación de nuestra vista, así como su ausencia puede ser un síntoma de un síndrome llamado ojo seco.
Siempre asociamos a las lágrimas como un indicador de tristeza o de esos momentos de risa en que llegamos a llorar. Pero esas pequeñas gotas de agua que salen de nuestros ojos cumplen una función muy importante y su ausencia puede constituir una enfermedad.
Los especialistas de Clínica Oftalmológica Providencia (COP) nos explicaron cuál es la importancia de ellas y ante qué síntomas debemos poner atención.
En primer lugar las lágrimas hidratan la superficie del ojo, que debe estar siempre húmedo para que el párpado pueda deslizarse. Además permite que la membrana más externa del ojo -que se llama conjuntiva- esté sana y en buenas condiciones.
Otra función súper importantes es que mantienen la limpieza del ojo, evitando que proliferen los gérmenes que provocan las infecciones.
¿Y qué sucede cuando hay ausencia de lágrimas?
Esto puede ser un síntoma de un síndrome conocido como ojo seco.
Si bien es normal despertar con los ojos más deshidratados, debido a que hay menos movimiento ocular mientras se duerme, si las molestias continúan en el día es posible que se esté presentando esta dolencia.
Entre algunas de las causas que llevan a padecerla, están:
- El abuso de pantallas antes de irse a dormir.
- Estar en ambientes muy secos, con presencia de calefacción o aire acondicionado.
- Cambios hormonales.
- Enfermedades autoinmunes, como la artritis reumatoide.
- Contaminación ambiental.
- Mal uso de lentes de contacto.
Síntomas del ojo seco
Hay señales que nos pueden orientar para saber si se está en presencia de este síndrome, tales como:
- Picor en el ojo.
- Visión borrosa.
- Ardor.
- Dificultad para abrir los párpados.
Lo importante es que ante la presencia de uno o más síntomas, acudamos rápidamente a un especialista. En Clínica Oftalmológica Providencia contamos con especialistas que podrán dar un diagnóstico y entregar el tratamiento adecuado para cada afección.